La mañana que llegó, semana de verano, la casa estaba sola. Las ventanas cerradas. La puerta del patio, también. El calor se había acumulado en las paredes blancas/
negras/
/el olor a mugre de siempre.
Se quedó en el umbral
Esperando,
deseando empaparse de esa casa
Y recuperar ese olor
/esa mugre
esas tardes cuando nadie le decía que la amaba
cuando escribía sobre las paredes
cambiaba el color de la tinta
blanco/ sobre /negro
negro /sobre/ blanco
la oscuridad de sus dedos relucía en el blanco
liberaba el te quiero que no podía regalarle a nadie
el negro no lo aprehendía con su mirada
se le pegaba en su piel
como el verano que ahora habita la casa
la tortura
derrocha jadeos
por la falta de tinta
blanca/
negra
a la casa se la ha comido la poesía
quedan las paredes rayadas para probar que un día fue poeta
el calor de verano
se la quiere comer a ella
pero ella quiere que se la traguen sus letras
ser una pared más
ser poesía
ser la casa
ser lo que queda.
1 comment:
Esta vez solo puedo decir que es hermoso
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